Casas de vacaciones Casares 002

¡Saboree la naturaleza y tranquilice la mente!

Gracias a su ubicación en el Parque Natural de la Sierra Crestellina, esta casa es un maravilloso santuario contra estrés cotidiano. El paisaje es impresionante y vivir aquí en tu propio pequeño paraíso tan cerca de la naturaleza es un verdadero refugio difícil de encontrar. Sin embargo, al mismo tiempo, si desea pasar un día en la playa o jugar en uno de los muchos campos de golf de la zona, está a sólo un corto trayecto en coche de todas la variedad de servicios e instalaciones que la costa ofrece.

Situación y exteriores

En 1989, la Sierra Crestellina fue declarada Espacio Natural Protegido, siendo un Paraje Natural. Esta tradicional casa de piedra de 100 años de antigüedad se encuentra en medio de toda esta belleza y solía ser el hogar de una familia de agricultores. Se encuentra justo al norte de Casares (3 km) - un pintoresco pueblo muy andaluz, con un verdadero laberinto de casas encaladas, pequeñas calles, estrechos callejones, y plazas. Casares tiene muchas tiendas, buenos restaurantes y bares de tapas. Viajando hacia el norte, se llega a la antigua ciudad de Ronda, con su impresionante Tajo, o haciendo un viaje más largo, a la hermosa y legendaria ciudad de Sevilla. Hay muchas otras opciones de hacer turismo a sólo un día de viaje también.

Para aquellos que les gusta caminar, hay muchas rutas de diferentes dificultades. Hay varios caminos que puede seguir, pero no se pierda el que lleva a la cima de la Sierra Crestellina pues las vistas son espectaculares y abarcan continentes. Escoja un día despejado y, una vez allí, tendrá impresionantes vistas de 360º sobre los pueblos de Casares, Gaucín y sobre el Mar Mediterráneo, Gibraltar y Marruecos. La zona es un paraíso para los amantes de las aves, donde muchas variedades de pájaros pueden ser avistados sobrevolando en lo alto. Los buitres y las águilas se pueden observar desde el mirador de los Buitres. Incluso se puede vislumbrar algún ciervo, cabra montesa o jabalí.

A la casa se accede por un camino de tierra (en buen estado) y está emplazada en una magnífica finca de 4,8 hectáreas con exuberantes bosques de alcornoques, olorosos pinos y castaños y prados de flores silvestres. La piscina privada (10m x 5m; 1,5m profundidad) se acompaña de tumbonas de teca y está rodeada de encantadores jardines y altos cipreses. Se armoniza maravillosamente en el paisaje y parece una primavera natural donde se puede descansar en las tardes de sol disfrutando de un cielo azul prístino con águilas deslizándose por encima de su cabeza.

En la entrada de la casa hay una terraza con suelo de piedra, el lugar ideal para comer al aire libre disfrutando de los exuberantes jardines. Está equipada con una barbacoa, mesa, sillas y una sombrilla que ofrece sombra.

La amable y servicial propietaria de la casa, Kate, también vive en la finca de vez en cuando. La casa tiene una ubicación privada, y no verá a Kate excepto para darle la bienvenida y ayudarle, si es necesario.

Interior y distribución

En el interior, la casa es un refugio romántico que ha sido amueblado con buen gusto por Kate, la propietaria, proporcionando un buen nivel de confort y un ambiente rústico con techos con vigas de castaño y suelos rosa de terracotta. La casa cuenta con una cama de matrimonio “king-size” y bonitos muebles en una espaciosa planta abierta de sala de estar/dormitorio con una zona para sentarse equipada con TV, DVD y equipo de música.

Una puerta arqueada antigua a la izquierda conduce a un cuarto de baño colorido con azulejos andaluces pintados a mano. A la derecha está la cocina equipada con 4 quemadores de gas, horno, frigorífico/congelador, tostador y hervidor de agua. Hay una dependencia en el exterior, pero dentro de la misma finca, con lavadora, plancha y tabla de planchar (de uso compartido con la casa ref. Casares 001).

Se ofrece una cesta de bienvenida e Internet WiFi (gratuitos).